El cuerpo humano es una maquinaria compleja y bien engranada que muchos nos preocupamos de cuidar, reparar y mantener a punto ante las agresiones y desgastes del día a día que se manifiestan como lesiones y disfunciones. Sin embargo, a veces no tenemos presente que muchas de estas molestias nos las podríamos haber evitado con básicos tratamientos en la etapa previa a la consolidación de nuestra estructura ósea, en nuestra infancia.

La osteopatía es una gran herramienta para tratar a nuestros pequeños desde incluso sus primeros días de vida. Principalmente, por la rápida respuesta de los recién nacidos ante la terapia mejorando su malestar a la vez que su correcto desarrollo de bebé a niño y también de niño a adulto. El tratamiento osteopático en recién nacidos supone una importante prevención para problemas futuros.

La osteopatía pediátrica es una disciplina que requiere de los terapeutas un gran conocimiento para saber, sin aparente información por parte del bebé, lo que está afectado, su causa y su tratamiento.

En Clínica Lorena Serrano para tratar a los niños utilizamos técnicas de osteopatía estructural, craneal y visceral. En las que el terapeuta se basa en el buen conocimiento de la fisiología del niño y hace uso de cualidades tales como sutileza, adaptabilidad, escucha, precisión, paciencia y capacidades comunicativas para detectar y corregir los problemas del bebé.

Recurriremos a la terapia manual siempre que detectemos signos o síntomas de posibles disfunciones como pueden ser las alteraciones posturales, las infecciones repetidas, deformaciones craneales por un parto difícil u otras a priori más difíciles de determinar o de relacionar con problemas osteopáticos como son el llanto persistente, la tripa hinchada y dura, las regurgitaciones, la irritabilidad o las irregularidades en el sueño.

Las patologías más comunes que tratamos en niños en nuestra Clínica de Fisioterapia y Osteopatía son tortícolis congénitas, los cólicos del lactante, las otitis repetidas, la bronquiolitis, la obstrucción del canal lagrimal, luxación congénita de cadera y como no, las deformidades craneales debidas a mala posición intrauterina o a fuerzas aplicadas durante el parto (ya sean por fórceps o cualquier otra técnica).

Quisiera dar importancia a este último tipo de patología. Ya que es muy común encontrar bebés con deformidades craneales (la más común que encontramos es la plagiocefalia). Este tipo de patología por si misma es capaz de causar otras a lo largo de la evolución del individuo como la escoliosis (se asocia un cráneo en “banana”, el estrabismo (por fuerzas excesivas aplicadas sobre la articulación esfeno-basilar), problemas de deglución o fonación (por atrapamiento del nervio glosofaríngeo), alteraciones viscerales (por compresión del nervio vago) o alteraciones en la musculatura del cuello (por presión del nervio espinal).

Puesto que el cráneo del bebé no tiene las suturas cerradas, lo mejor para el tratamiento de las deformidades craneales es iniciarlo cuanto antes ya que de esta manera habrá más éxito en la terapia, se atajará más rápido y con menores consecuencias. De igual forma ocurre ante el resto de patologías pediátricas, puesto que durante la primera etapa del bebé sus sistemas son más maleables por su estado constante de evolución y adaptación.

En Clínica Lorena Serrano podéis contar con profesionales formados en osteopatía pediátrica que os ayudarán a identificar ciertos síntomas que presentan vuestros bebés y como no, a solventar las patologías que los causan.